La estrategia es al entrenador como el aire para cualquier persona, más que necesaria.
La estrategia se debe entrenar y exige un proceso que tiene 5 fases:
- Estudio y análisis de la situación de partida.
- Preparación de la estrategia.
- Ejecución y repetición.
- Producción real.
- Conclusiones.
Estos cinco pasos, pueden hacerse muy complejos o sencillos, dependiendo de los resultados que se quieran llegar a obtener. Entender como interactúan diferentes equipos, visualizar y entrenar jugadas, diferentes roles en los entrenamientos, te ayuda a comprender qué sucede durante el desarrollo del deporte, te favorece el análisis más global y una producción real más acorde a lo que quieres conseguir.
1) Estudio y análisis de la situación de partida
Conocer cual es el recorrido de los deportistas, del equipo, tener la habilidad de analizar la trayectoria tanto de los nuestros, como del equipo contrario son los cimientos de un buen análisis que nos da la fotografía real del punto de partida de nuestro equipo.
2) Preparación de la estrategia
El primer paso es definir las debilidades y fortalezas de ambas partes (propia y contraria) y poner sobre la mesa las oportunidades que encontramos con esa situación. A partir de ahí:
- Visualizar desde el punto de vista analítico diferentes partidos.
- Conocer – al menos- a los “jugadores clave” de los equipos que vamos a enfrentar.
- Saber qué jugadores y qué jugadas pueden ser las esenciales para contrarrestar a los equipos contrarios.
- Definir el estilo que vamos a seguir.
3) Ejecución y repetición
Todo lo anterior se traduce en el juego real de entrenamiento, en trabajar y practicar con el impulso necesario hasta que se integre lo suficientemente bien.
4) Producción real
La realidad la vamos a conocer el día del partido, en ese momento, el día de la producción real tomaremos conciencia de si el entrenamiento ha sido efectivo, si se han integrado bien las jugadas, si ha fallado la estrategia o alguna táctica en concreto. Los partidos son esos momentos que – aparte del resultado – marcan un punto de inflexión para aplicar la mejora continua en los entrenamientos.
5) Conclusiones
Cuando ya hemos determinado si ha sido una buena estrategia o si ha fallado la misma, hacemos la evaluación que nos va a permitir aplicar la mejora en los entrenamientos, es decir, tras los partidos llegamos a una serie de conclusiones, con las que trabajaremos a posteriori.
Llegados a este punto, tenemos que hacer una distinción entre estrategia y táctica:
Estrategia: Es la visión más global del camino que se va a transitar para conseguir el objetivo. La estrategia está compuesta por diferentes tácticas.
Táctica: La táctica enfoca más al detalle, los pasos a seguir dentro de la estrategia que hemos definido.
Ejemplo:
- La meta es mantenernos en una determinada categoría.
- Una estrategia que vamos a seguir es que estemos entre los tres primeros equipos con mayor minutaje de posesión del balón, con el objetivo de incrementar las probabilidades de finalizar jugadas.
- y la táctica son los pasos que me van a llevar a cumplir mi estrategia, en los entrenamientos:
1T) Trabajar muy bien los pases.
2T) Trabajar la situación de espacios.
3T) Trabajar agilidad y movilidad en el campo.
Para finalizar, queríamos dejar un mensaje fundamental y es que el desarrollo del pensamiento estratégico se produce con la práctica, desde la acción, se consigue conforme se prueban diferentes métodos en los entrenamientos y ponemos las métricas adecuadas para saber si vamos por el buen camino o no. El desarrollo del pensamiento estratégico no se consigue desde la esfera del pensamiento, se consigue probando diferentes métodos, observación de estos, cometer errores, aplicar diferentes métricas, mucha práctica en los entrenamientos y objetivos razonables.