Cada entrenador tiene su forma de entender el juego y cada equipo su personalidad y necesidades. Estas dos figuras – entrenador y jugadores – tienen que coexistir con fluidez a través de dinámicas, entrenamientos y ciertas “reglas” para que el equipo viva su mejor versión.
Las dinámicas que se generan en los entrenamientos deportivos, en el transporte hacia un partido, o, incluso en el vestuario antes de salir a jugar, son prácticamente rituales que van forjando la base del éxito en cada uno de los integrantes del equipo y ponen la energía que el equipo necesita para ganar.
La mejor opción es convertir los entrenamientos en fuentes de recarga y felicidad para los jugadores, a través de dinámicas que contribuyan a ello, pero necesitamos tener una serie de normas o reglas, donde se entienda que sin compromiso no hay avance.
¿Qué normas pueden darse de forma normal en los entrenamientos?
Aquí van algunas ideas:
- La disciplina es un acto de educación y respeto hacia los compañeros y el equipo. La disciplina existe para construir la trayectoria del equipo.
- Saber responder mejor a los movimientos del compañero, se llama conocimiento de equipo. Cuando nos conocemos mejor, trabajamos la cohesión de equipo y se crea sinergia entre todos.
- El esfuerzo no es negociable. A los entrenamientos se va para dar lo mejor de cada uno.
- La puntualidad y la indumentaria se cumplen, si no, no se juega.
- El final del entrenamiento es cuando lo dice el entrenador.
- No se faltará al respeto a los propios compañeros, ni al entrenador.
- Establecer objetivos y reglas de forma conjunta. Esto nos ayuda a ver el progreso y a medir resultados que nos ayudan a seguir avanzando.
- Establecer sanciones de forma conjunta, tanto individual como colectiva. Estar para lo bueno y para lo malo.
En definitiva, cada equipo pone sus propias normas y cada entrenador entiende que tiene que poner foco en determinadas dinámicas para llevar al equipo del punto A al punto B, que es donde quieren estar.
Como el camino se construye de forma conjunta, hay puntos dentro de estas normas que convienen diseñarlos de forma unificada, como son algunos de los objetivos, o el tipo de sanciones se van a aplicar.
Para finalizar, remarcar la importancia de que las dinámicas deportivas son -lo primero – educativas, por eso no es negociable que haya normas y directrices que sean de obligado cumplimiento, porque es a través de las “normas de equipo” donde se genera un compromiso real entre todos, porque el compromiso crea verdaderos ganadores.